La galería Latin American Masters presenta la primera exibición del artista Cubano Gustavo Acosta en la costa oeste de los Estados Unidos. Nacido en 1958, Acosta es uno de los artistas más originales y duraderos de los que emergieron de Cuba durante las últimas tres décadas. A diferencia de los Modernistas Europeos y Americanos, Acosta ha buscado diversificar y expandir, en lugar de descartar, la presencia de la historia en sus imágenes. Sus pinturas son a la vez críticas filosóficas de los fracasos de la historia, paisajes de sueños enigmáticos y objetos con el encanto de pintor.
 

En una pintura de Acosta lo que a primera vista parece una escena urbana nostálgica, al inspeccionarla con detenimiento revela edificios con muros como fortaleza e interiores de catacumba. Tan impresionantes como la grandeza de sus formas arquitentónicas puedan aparecer, sus ciudades son inhabitables, vacías y desoladas. Las vistas vacias de Acosta sugieren entre muchas de sus asociaciones las falsas promesas de la historia, que todo lo que queda de las revoluciones y de los imperios son sus fachadas arquitectónicas.
 

Las pinturas de Acosta tienen el poder misterioso de evocar la condición psicológica del exilio. Todos hemos vivido la experiencia de regresar a un lugar importante de nuestro pasado, solo para descubrir que aún cuando el lugar existe físicamente, permanece ilusorio, un poco más que un telón de fondo a nuestros recuerdos de otro tiempo. Esta cualidad de desplazamiento temporal, del pasado y el presente coexistiendo, es primordial al arte de Acosta y es tal vez su logro más importante.
 

Apesar de la fascinación de Acosta con el poder de la arquitectura, su perspectiva permanence fundamentalmente despegada, observando el desfile pasajero del mundo temporal. Su estatus como una persona marginada es aún más acentuada por su deseo de combinar áreas de expresión artística que historicamente están desasociadas: el espacio tridimensional, el teatro, y el énfasis modernista de la superficie bidimensional. Acosta ve la noción de la pureza estética como otra forma de encarcelamiento. El persigue su visión artística con indiferencia suprema a la moda. Este nuevo cuerpo de pinturas, con sus cielos majestuosos repletos de nubes, reflejan la convicción de Acosta que el arte es un reino sublime, un antídote esencial al fervor intelectual del momento y las ideologías en quiebra del pasado.
 

Gustavo Acosta ha sido exhibido en importantes instituciones públicas a través del mundo, incluyendo: Museo Nacional, Havana, Cuba; São Paulo Biennial, São Paulo, Brasil; Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela; Palazzo Mediceo, Seravezza, Italia; y Lowe Art Museum, Miami.

Obras

Gustavo-Acosta-Awake
Gustavo-Acosta-Eclipse
Gustavo-Acosta-Momento
Gustavo-Acosta-La-sensación
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